La
Flor de Pascua es la planta tradicional de la Navidad. También
conocida como Nochebuena, Pastora, Poinsettia o Estrella Federal, es
una planta de la familia de las Euphorbiaceae, nativa de
Mesoamérica.
- CÓMO ELEGIR NUESTRA FLOR DE PASCUA
Al
elegirla debes fijarte en que no haya demasiadas florecillas maduras
en las brácteas. Cuantas más haya, menos tiempo te durará, siendo
posible que pierda su esplendor tras las navidades. En la
primera fase aparece un solo capullo abierto, y en la última se
pueden llegar a ver 10 o más. Se debe tener en cuenta los tallos
rotos, podrido y manchas en las hojas. Mira bien porque en el
plástico que traen a veces no se aprecia la base y puede estar
suelta. Conviene comprobar que se encuentre bien enraizada en el
compost, que las hojas estén enteras, tersas y sin ninguna rama
partida.
A la hora de transportarla a casa, llévala envuelta en
el plástico que trae o encárgate de envolverla en uno o con un
papel de periódico, para evitar que sufra durante el viaje a casa.
De entrada, el cambio de situación de donde la compraste a tu casa
puede ser fuerte y sufrir por ello. Por lo que no conviene comprarlas
con tiempo frío en un puesto en la calle. Los cambios bruscos de
temperatura, son tu peor enemigo.
Las
Flores de Pascua necesitan un cuidado especial, sobre todo si se
quiere prolongar su duración más allá de las navidades. Es
importante que esté en un lugar de la casa con claridad, pero nunca
con exposición directa a los rayos del sol. Cerca de la ventana es
buen sitio, pero hay que tener cuidado con el frío por la noche.
Se
debe mantener a temperatura fresca y agradable, evitando las
corrientes de aires, tanto frías como calientes. Es conveniente
mantenerla en un lugar con temperaturas que oscilen entre 12 y 24
grados; siendo lo ideal entre 16 y 21 grados. Una calefacción muy
fuerte hará que se caigan las hojas. Cuando la planta no es de color
soportan temperaturas más bajas.
En cuanto al riego, éste
dependerá de la temperatura y humedad de la habitación, pero por lo
general se recomienda una o dos veces por semana. La tierra debe
estar húmeda pero no encharcada. Si la tierra está muy húmeda o
por el contrario demasiado seca, se le caerán las hojas. Es
aconsejable no regar de forma directa, conviene poner agua en un
plato unos 15 minutos y retirar el sobrante. El agua que esté
tibia, a la temperatura de la habitación, no muy fría.
Si el
ambiente de la habitación es muy seco o existe una calefacción
alta, se pueden pulverizar las hojas, no las brácteas, pues éstas
se pueden manchar y decolorar, estropeando así su característico
rojo. De todos modos, para humedecer el aire alrededor de la planta,
es más aconsejable ponerla sobre una capa de guijarros con agua en
un cuenco o plato hondo sin que el fondo esté en contacto con el
agua. De este modo se evita el riesgo de infección por hongos.
En
cuanto al abono, es suficiente con el uso de abono líquido cada 10 o 15 días, durante la época de crecimiento y floración. Sin embargo,
no se debe fertilizar la mientras esté florecida. Quitarle
periódicamente las hojas de la base que se van poniendo amarillas,
contribuye a mejorar su salud e higiene.
Tras
las fiestas, las brácteas comenzarán a caerse, no te asustes.
Mantén en todo momento las condiciones de humedad, temperatura y
riego que habías llevado hasta entonces. Cuando haya perdido
todas sus hojas (rojas y verdes), debes podarla, dejando los tallos
a unos 10 centímetros de la base, y sellando los extremos con cera
derretida. Hazlo con guantes porque su savia es irritante para la
piel y las mucosas. Y porque te quemarás con la vela.
Lo
ideal es que la trasplantes después a una maceta mayor, y que la
sitúes en algún rincón de tu casa que sea fresco y luminoso. Si
tienes la suerte de vivir en un clima cálido, puedes trasplantarla a
un lugar del jardín donde no le llegue la luz solar directa. Ahí tu
flor de Pascua será libre y podría llegar a convertirse en un
arbusto de hasta 5 metros.
Si
llevas a cabo todos estos consejos, tu flor de Pascua logrará
sobrevivir a la Navidad. Después
de tantos cuidados y mimos, es probable que el próximo invierno
tengas una preciosa flor de Pascua en todo su esplendor.
Conviene conocer algunos de los problemas más comunes
a los que nos vamos a enfrentar, y a los que una solución acertada y
a tiempo, evitará que nuestra Flor de Pascua se eche a perder.
El
frío, las corrientes de aire y la falta de luz, provocarán la caída
de las hojas. Un calor excesivo y/o un ambiente demasiado seco
inducirán que aparezcan hoja con los bordes amarillos, es
conveniente en este caso humedecer el aire de alrededor de la planta,
del modo anteriormente explicado.
La Flor de PascuaLa Flor de
Pascua es colorida y alegre
El exceso o defecto de agua ocasionará
hojas con aspecto marchito que posteriormente caerán. Conviene dejar
que la superficie del compost seque entre riegos, sin llegar a
espaciarlo demasiado. Nos podemos encontrar con que las hojas se
encuentras arrugadas y secas. Esto suele ser debido a las estufas de
gas, tan sólo es necesario llevarla a otra habitación sin
gases.
Si se observa que la planta se encuentra caída, suele
tener relación con las corrientes de aire. Situarla en un lugar
resguardado, tras lo cual se observará que recupera su buen
aspecto.
En nuestra Flor de Pascua pueden aparecer hojas
deformadas con insectos de color verde. En este caso, es muy posible
que esté infectada por la mosca verde. Se recomienda pulverizarla
con un insecticida sistémico o con pelitre. En el caso de que
observemos que las hojas de la Flor de Pascua tienen pegadas manchas
plateadas, lamentablemente ha contraído virosis. Una enfermedad que
de momento no tiene cura, por lo que es aconsejable tirarla.