El maltrato psicológico encubierto


Cuando escuchamos hablar de maltrato, solemos pensar automáticamente en la violencia física, pero hoy vamos a hablar de otro tipo de maltrato, el maltrato psicológico, el cual sufren muchas personas, la mayoría mujeres. Quienes lo sufren notan como poco a poco se va minando su personalidad hasta sentirse muy pequeñas. 

Este tipo de maltrato, no es fácil de detectar, pues las personas no saben exactamente cuales son las conductas catalogadas como ”maltrato psicológico”.

Dentro del núcleo familiar o de pareja existen dos tipos de maltrato, el maltrato físico, en el cual hay agresiones físicas, y en la que la persona es consciente de que está siendo maltratada porque existen pruebas objetivas, aunque pueda llegar a negarlas para defender a su agresor o para quitarle importancia y poder seguir ”bien” con él. Y por otro lado esta el maltrato psicológico, el cual cuesta más percibir porque como dijimos antes, las víctimas no se dan cuenta de que están siendo maltratadas la mayor parte de las veces. 

El maltrato psicológico a su vez se subdivide en maltrato psicológico abierto y maltrato psicológico encubierto, que es del tipo de maltrato en el que se va a hablar en este post ya que es la forma de violencia con mayor incidencia y puede preceder o acompañar a la violencia física.

El maltrato encubierto es un patrón sutil mediante el cual el abusador desprecia y rebaja las acciones, pensamientos y emociones de la víctima de una manera indirecta. A esto en psicología se le llama ”invalidación”, parece un acto inofensivo, pero sufriéndolo durante años puede crear graves secuelas psicológicas e incluso un trastorno de la personalidad. 

La invalidación consiste en desacreditar lo que la otra persona dice, piensa, hace o siente. Un ejemplo: Una mujer que comenta a su marido lo cansada que está y él le responde ”¿tú qué vas a estar cansada? si no haces nada”, ¿os suena?. Por medio de comentarios socialmente aceptados va creando una confusión en la victima sobre sus propios pensamientos.

Me han venido a consulta chicas, o mujeres que me decían ”me siento mal, y no sé por qué”, o ”mi novio y yo ya no estamos como antes, creo que estoy haciendo algo mal”. Resumidamente, he tenido pacientes que estaban siendo maltratadas psicológicamente y no lo sabían.

El problema es que al principio todo es bonito, hasta que empiezan a salir pequeños comentarios ”sin importancia”, que la víctima va ignorando para seguir teniendo cordialidad con la pareja. Luego, el agresor aprende a hacerle esos comentarios ”de broma” o con una sonrisa para esconder sus malas intenciones. Son todo comportamientos y comentarios que a la larga acaban destruyendo por dentro a quien los sufre.

Un día le dije que iba a salir de noche a tomar algo con mis amigas. De broma él me dijo que salíamos para golfear, no le di importancia, pero luego me volvió a llamar golfa ”de broma” unas 4 veces más, me terminé enfadando y diciéndole que dejara de llamarme golfa, a lo que me respondió con tono condescendiente que estaba loca, y que si no veía que me lo estaba llamando de broma es que era tonta”, ”cuando le llevaba la contraria en algo que quería hacer me decía ”no me quiero enfadar” con tono altivo”.  

Estos son ejemplos de muchos que he escuchado, primero agreden verbalmente de ”broma” y cuando la pareja se enfada es que está loca, es tonta o siempre se está enfadando por tonterías. Le desacredita, le hace desconfiar de tu criterio. Son ataques encubiertos a los que no suelen reaccionar porque la agresión no es tan directa.

El objetivo de un abusador emocional es corromper las emociones, el pensamiento y el comportamiento de su víctima. El abuso encubierto está disfrazado por acciones que parecen normales, pero es claramente insidioso y efectivo.

La comodidad y bienestar del maltratador es lo único que importa, y no es capaz de sentir empatía por las emociones de la otra persona. Al despreciar sus necesidades y sentimientos le está diciendo, de manera indirecta, lo poco importantes que son.

Muchas de estas personas no son conscientes de que están siendo víctimas de abuso emocional y tienden a pensar que lo que les sucede es debido a sus errores. Muchas se sienten tremendamente deprimidas y no son capaces de expresar con claridad porqué se sienten así.

El agresor descarta metódicamente la confianza, percepción y autoestima de su pareja con sus sutiles indirectas, mentiras innecesarias, culpas, acusaciones y negaciones. Además fomenta una atmósfera de miedo, intimidación, inestabilidad e imprevisibilidad que hace que la otra persona esté siempre en alerta. Eso si, cuando la victima estalla porque ya no puedes más, entonces es ella la mala, y usa su comportamiento para justificar sus acciones dañinas y sus críticas continuas.

A continuación pongo unos ejemplos de maltrato psicológico, para que sepas reconocerlo. Como ya mencioné anteriormente la gran mayoría de los casos de violencia en la pareja la sufren las mujeres, por lo que los ejemplos los pondré en genero femenino, pero estos ejemplos también son aplicables a hombres que sufran este tipo de maltrato.

De estos ejemplos no tienen que darse todos, basta con que existan los suficientes para hacerte sentir incómoda con la situación:


Maltrato psicológico abierto:

  • Gritar, despreciar, criticar, ridiculizar, insultar.

  • Amenazas de agresión física.

  • Las verbalizaciones que terminan en ”es por tu culpa”.

  • Celos y posesividad excesivos. Controlar lo que hace y con quién estás.

  • Aprovecha cualquier momento para recordarte y reprocharte tus fallos.

  • Impedirte hacer llamadas telefónicas, impedirte el acceso al dinero familiar. Interferir en las oportunidades de trabajo o educación.

  • Dar golpes o portazos.

  • Ponerte apodos despectivos.

  • Amenazar con romper la relación.

  • Miradas de desaprobación y condescendencia.

  • Retirar el afecto e ignorarte.

  • Humillarte en publico.

  • Te compara con ex parejas o conocidos para hacerte sentir insuficiente.

  • Rechaza tener relaciones sociales en tu compañía.


Maltrato psicológico encubierto:


  • Usa el silencio para castigarte.

  • Él siempre tiene razón y tú siempre estás equivocada.

  • Tergiversa tus palabras o te ignora mientras le hablas.

  • Adopta posturas de aburrimiento o resopla mientras le expones tu malestar por su comportamiento.

  • Cuando das una idea de hacer un plan, él dice ”¿cómo te puede gustar ese sitio? si es horrible!”.

  • Descalifica tus gustos, acciones y opiniones, ”eso que dices es una tontería”.

  • Te ridiculiza y cuando te enfadas te dice que te lo tomas todo a pecho, que era broma.

  • Rompe sus promesas.

  • Ante logros él nunca te dice “enhorabuena´´ o ”estoy orgulloso de ti”.

  • No recuerda o no da importancia a fechas importantes.

  • Ignora tus preocupaciones.

  • Te hace dudar de tus razonamientos.

  • Retira atención o afecto.

  • Te explica las cosas calmado pero tenso como si fueras una niña pequeña.

  • Usa juegos mentales en los que te hace pensar que eres la culpable de su enfado injustificado.


Perfil del maltratador psicológico.

Existen algunos trastornos de personalidad o personalidades acentuadas estrechamente vinculados con el maltrato psicológico, los más comunes son el trastorno de la personalidad narcisista, el trastorno de la personalidad antisocial y el trastorno de personalidad límite.

Algunos de los maltratadores psicológicos son conscientes del daño que hacen y otros no. En algunos casos estas personas adoptan esta forma de relacionarse porque es la única que conocen, porque han crecido en una familia disfuncional y no poseen las herramientas psicológicas que necesitan para relacionarse de manera más asertiva. Es posible que tengan una historia de maltrato en la infancia ya sea por padres autoritarios y excesivamente críticos o por padres que han usado como medio de comunicación la violencia física o verbal. Otros maltratadores sí son conscientes de los daños que provocan, pero simplemente no les importa porque carecen de empatía y piensan que el fin justifica los medios.

La víctima debe tener claro que no es su culpa y que no debe soportar esa situación. El maltrato psicológico también es violencia. Si reconoces estos síntomas es que esa persona no te está respetando y no te quiere como te mereces. Pon límites, hazte respetar o abandona esa relación.

Bibliografía: Clínica Avanza

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Psicotest del triángulo psicodinámico

 

Las figuras geométricas juegan un papel importante en la psicología dinámica. Carl Jung lo convirtió en un instrumento para el estudio de la personalidad. Charcot y Freud también se interesaron mucho por las figuras geométricas.


El círculo delimita un espacio que representa la exteriorización del propio psiquismo (síntesis de la manifestación espacial).


El triángulo representa una evolución bien definida del círculo. Jung considera que el círculo es la forma que mejor simboliza la estructura arquetípica de la psique humana y que representa el arquetipo del Ser: un centro en expansión que es potencialmente creativo y empoderador.


Para completar esta prueba te pedimos que observes atentamente la siguiente figura y elijas la imagen que más te llame la atención; la elección no debe ser instintiva sino introspectiva, así que toma unos minutos.


De manera representativa, el círculo simboliza el yo (¡eres tú!) Y el triángulo simboliza el mundo exterior (especialmente la familia y tu entorno). 


Veamos con la prueba, cómo se cruzan las distintas figuras geométricas, interpretando los diferentes significados simbólicos:






FIGURA A: El triángulo en el círculo


En la imagen que ha elegido, el círculo es claramente visible y en el centro está el triángulo. Eres una persona emprendedora y tienes una personalidad bien establecida. Puedes vivir los eventos con desapego (los puntos del triángulo nunca se encuentran con el círculo) y puedes tomar decisiones sin dejarte influenciar por agentes externos.


Estás enfocado en tu crecimiento y has logrado cerrar las cuentas con el pasado. Eres una persona bastante reservada y por esta razón, antes de vincularte con alguien, experimentas mucha desconfianza.


Crees en los valores de la familia con los que eres muy protector y disponible, sin embargo no te dejas influenciar por las presiones familiares y tu cariño: estás enfocado en el presente y sabes marcar tus prioridades.


FIGURA B: El círculo superpuesto al triángulo


Las dos figuras son contingentes, el círculo está bien definido mientras que el triángulo sacrifica una de sus esquinas. La integridad del círculo representa la continuidad del ego, continuidad entendida como coherencia entre pasado y presente.


Eres una persona que en el transcurso de su desarrollo ha sabido mantener una excelente adaptación, también gracias a la familia de origen que ha sido respetuosa del espacio y la autonomía. Sabes que puedes contar con su familia y viceversa: tus seres queridos saben que pueden contar contigo.


Puedes adaptarte fácilmente a cualquier entorno. Eres exigente en las relaciones, aprecias la compañía pero al mismo tiempo también estás bien solo.


FIGURA C: El triángulo superpuesto al círculo


Las dos figuras se cruzan pero, en este caso, es el triángulo el que domina el círculo. El círculo no se cierra: no hay continuidad del ego. Aún no has estructurado sólidamente tu personalidad y probablemente no hayas cerrado todas las cuentas con tu pasado.


Creciste en un entorno en el que te sentías juzgado y siempre obligado a demostrar tu valía. No hay escasez de ansiedad en tu vida, probablemente creciste en una familia entrometida. En las relaciones, luchas por sentirte completamente satisfecho: siempre tienes la sensación de que puede faltar algo.


¿Un consejo? Intenta leer el artículo sobre modelos operativos internos.


FIGURA D: El círculo en el triángulo


La figura número cuatro ve el círculo en el centro del triángulo, las dos figuras geométricas no se encuentran en ningún punto.


Le das mucha importancia al concepto de familia, eres protector y al mismo tiempo necesitas calor y protección de tus seres queridos. Estás disponible y dispuesto a ayudar a los demás. Estás dotado de una fuerte empatía y altruismo, sin embargo, eres capaz de definir bien los límites porque tienes miedo a las limitaciones y odias sentirte oprimido. Sueles confiar en los demás y disfrutas construyendo lazos profundos.


Eres una persona muy equilibrada y te gusta estar en tu zona de confort, sin embargo, harías bien en ampliar tus horizontes para no excluirte de nada. Todavía puedes crecer y aspirar a mucho, incluso si tu principal ambición es el bienestar de tus seres queridos.


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