Como los pensamientos pueden afectar nuestra relación de pareja

 

Estamos inmersos en una realidad que nuestra mente está constantemente tratando de comprender. Los recuerdos de experiencias pasadas, creencias y aprendizajes hacen que esto suceda. Tenemos un "mundo interior" que necesita constancia y a través del pensamiento intentamos interpretar situaciones y circunstancias, siguiendo este principio de coherencia.


Muy a menudo nos encontramos frente a información en marcado contraste con nuestras creencias y sin embargo, aunque la solución más lógica parezca cambiar nuestra forma de pensar, es más fácil ignorar o minimizar la información a costa de no abandonar nuestras certezas. 






Errores cognitivos: sesgo

Lo cierto es que la realidad objetiva no existe porque básicamente es el resultado de una interpretación que se ve afectada por diversos factores. Y puede haber tantas realidades como ojos del espectador. Nuestra forma de interpretar lo que nos pasa, sin embargo, no siempre es precisa, de hecho a menudo nos encontramos con errores cognitivos (sesgos) que son el resultado de una rigidez mental determinada por la necesidad de coherencia. Ahora veamos los más comunes y cómo pueden afectar nuestra vida y nuestras relaciones.


Abstracción selectiva: "el vaso medio vacío"

Tendencia a centrarse solo en algunos datos de la situación, sin evaluar los demás. En general, solemos centrarnos en los aspectos acordes con nuestras creencias para luego confirmarlos. Por ejemplo, concéntrese en un comentario negativo e ignore los positivos. Por ejemplo: si una persona que tiene que dar una conferencia está convencida de que su discurso será aburrido, buscará, entre su público, todas aquellas señales que puedan confirmar esta idea suya (el bostezo de alguien o la falta de atención de otro); cuando, por el contrario, no están necesariamente vinculados al aburrimiento por el discurso que está teniendo.


El mismo mecanismo también se puede activar dentro de las relaciones. Por ejemplo, si nos convencemos de que nuestra pareja ya no nos ama, tendemos a centrarnos en sus defectos más que en los signos del amor, aunque estos últimos sean más evidentes.


Hipergeneralización: "pagar justos por pecadores"

Se refiere a una tendencia a extender la interpretación de un evento o característica sin una razón válida. Luego se emite un juicio global basado en un solo evento o una sola característica en particular.


Si, por ejemplo, estamos en nuestro primer día de trabajo y lamentablemente las cosas no van a la perfección, como se esperaba, se te hará pensar que los siguientes días también serán así. Ignorando quizás que era el primer día y que por tanto, la probabilidad de estar en dificultad era altísima.


En lo que respecta a las relaciones amorosas, este error de pensamiento es muy común. Muy a menudo, tras algunas experiencias negativas (personas que han desatendido nuestras expectativas, traiciones, etc.), lo que se dice es: "hombres / mujeres son todos iguales". Sabemos bien que no es así. El comportamiento de unos pocos no debe considerarse como el de una "categoría" completa (hombres o mujeres). 


Pensamiento dicotómico: "blanco o negro"

Se trata de una tendencia a no captar los “matices” de una situación y, por tanto, a evaluarla como totalmente positiva o totalmente negativa. Es perfecto o un fracaso total. En resumen, conduce a un esquema de situaciones, con distinciones rígidas. Un pensamiento de este tipo reduce la realidad a sólo dos dimensiones cuando en cambio, es multifacético.


Por ejemplo, un atleta puede estar convencido de que no llegar al escalón más alto del podio en una carrera significa fallar, pero sin tener en cuenta que otros puestos (segundo o tercero) siguen siendo excelentes resultados.


A veces uno se ve llevado a pensar que las relaciones de pareja deben ser necesariamente color de rosa y libres de conflictos. Los contrastes pueden verse como un signo de "incompatibilidad" y por lo tanto convencerse de que la pareja no es la adecuada para nosotros, cuando en cambio, las discusiones y las comparaciones son parte integral de la relación. De hecho, es deseable que existan porque gracias a ellos los integrantes pueden conocerse mejor y buscar compromisos cuando hay dificultades.


Lectura de pensamiento: "Ya sé lo que quieres decirme"

Como su nombre también lo indica, la lectura de la mente establece que se atribuyen a otras intenciones, juicios o pensamientos, incluso en ausencia de evidencia que pueda confirmarlos.


En este caso, la realidad y la imaginación se mezclan, y movidos por nuestras creencias, podríamos comportarnos de tal manera que provoquemos el comportamiento esperado en el otro (pero que no queremos). En muchos casos, los juicios negativos o las intenciones se atribuyen a la otra persona, incluso a la luz de la tranquilidad.


En las relaciones este pensamiento se pone en acción muy a menudo, especialmente al comienzo de la relación o durante el período de citas y esto también es cierto porque queremos hacernos una idea de lo que la otra persona piensa de nosotros, pero muy a menudo nos equivocamos.


Por ejemplo, si estamos en la cena el chico o chica con el que nos encontramos y nos convencemos de que está desinteresado o aburrido por la noche, tenderemos a comportarnos de forma desagradable hasta el punto de que la otra persona podría volverse realmente desinteresado en nuestra compañía.


En resumen, como puedes ver, nuestros pensamientos realmente tienen un gran poder y los comportamientos y acciones se derivan de ellos. A veces son ellos quienes determinan la realidad. Conocer los errores de pensamiento es importante para ser consciente del momento en el que se producen y evitar que puedan derivar en consecuencias no deseadas.

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