Desenmascarar a un manipulador/a no siempre es fácil, sobre todo porque la mayoría de estas personas adoptan tácticas tan sutiles que nos llevan a preguntarnos si estamos paranoicos, o nos despiertan un profundo sentimiento de culpa.
Cuando el manipulador es una persona cercana, con la que hemos establecido vínculos emocionales, la pareja por ejemplo, es aún más difícil darse cuenta de que estamos manipulados.
Sin embargo, en una relación no debe haber manipulación, ambas personas tienen que tomar decisiones juntas, cada una ofreciendo su propia opinión y respetando las opiniones de ambos.
¿Cuáles son los signos de manipulación?
Cuando hay un manipulador en una relación de pareja, se produce un desequilibrio de poder y, a la larga, la persona manipulada se sentirá abandonada y atrapada en una relación que la asfixia y anula su personalidad.
Por lo tanto, es mejor identificar los primeros signos de manipulación lo antes posible para contrarrestarlos de raíz. Solo así será posible avanzar hacia una relación estable y madura.
1. Te hace sentir culpable por todo
La manipulación casi siempre comienza con la culpa. Si tu pareja te hace sentir culpable por todas tus acciones y decisiones, incluso si no cometiste un error, probablemente esté tratando de generar culpa.
Estas personas son especialistas en darle la vuelta a cualquier situación para hacerte sentir responsable. Además, en muchos casos, se aferran al amor y te dicen que lo hacen por tu bien.
Sin embargo, el amor no se trata de culpa, no es lo mismo que reproches y críticas constantes. Por tanto, esta relación no va bien y no te hace sentir feliz y satisfecho.
2. Proyecta sus inseguridades en ti
Los manipuladores a menudo proyectan sus inseguridades en otras personas, para que puedan controlar cómo reaccionan ante estas "debilidades". Por ejemplo, una persona puede decirte que, dado que ha sido engañada en el pasado, no quiere que salgas solo con tus amigos. Así, proyecta sus inseguridades sobre ti y, apelando a tu comprensión, restringe tu libertad.
Muchos manipuladores se disculpan diciendo que lamentan su comportamiento, pero que tenían miedo de ser abandonados. De esta forma consiguen que la pareja perdone sus errores.
Sin embargo, tenemos en cuenta que existe una delgada línea entre la consideración, la comprensión y la manipulación emocional. No dejes que nadie más ponga sus inseguridades sobre tus hombros.
3. Te hace cuestionar tus habilidades
Una estrategia preferida de los manipuladores es quitarles la seguridad y la confianza en sí mismos a los demás. Una vez que hayas dejado entrar a la persona en tu mundo interior, conocerá tus debilidades y no dudará en usarlas en tu contra, para minar tu autoestima.
Esta persona siempre tiene las mejores intenciones, pero nunca pierde la oportunidad de señalar sus errores o decir que podría haberlo hecho mejor.
Entonces termina convenciéndote de que no eres lo suficientemente bueno. En este punto, él/ella toma las riendas de la relación y decide por ti. Evidentemente, cuando empiezas a ceder, pierdes todo el poder de decisión, es como si pusieras las riendas de tu vida en sus manos. Sin embargo, recuerda que una de las funciones de la pareja es apoyarse mutuamente, ayudándose mutuamente a crecer.
4. Te da la responsabilidad de sus emociones.
Los manipuladores suelen actuar de forma irónica; es decir, pierden mucho tiempo intentando mostrarte que no puedes pensar por ti mismo y, por tanto, te hacen responsable de sus emociones.
Entonces, si su pareja se siente triste o enojada, es probable que usted tenga la culpa porque probablemente haya hecho algo mal.
Por supuesto, vivir en esta montaña rusa emocional no es saludable para el equilibrio psicológico. La persona manipulada experimenta la sensación de caminar sobre un frágil cristal, siempre a punto de romperse. Por supuesto, una relación que te hace sentir tan mal no vale la pena vivirla.
5. Te hace pensar que quieres lo que él quiere
Cuando comienza una relación, es común que ambos cambien algunos de sus hábitos para construir una vida juntos.
Pero lo que no es normal es que se descuiden por completo las necesidades y deseos de una de las dos personas. Si en una relación solo se tienen en cuenta las opiniones y deseos de una persona, es porque la manipulación por parte de uno de los dos ha tenido éxito.
Por supuesto, esto sucede de manera disimulada, casi nunca se hace cumplir. El manipulador es muy hábil para hacer creer que lo mejor para ambos es hacer lo que él o ella quieran.
Por tanto, si en algún momento de la relación te das cuenta de que no se toman en consideración tus necesidades, sueños y planes, quizás sea el momento de reconsiderar la relación.
Recuerda siempre que a veces tendemos a mirar muy de cerca el comportamiento de los demás, sin darnos cuenta de que también nosotros recurrimos a la manipulación, quizás sin darnos cuenta.
Por lo tanto, para que una relación funcione, ambas partes deben poder mirar dentro de sí mismos y dejar de lado aquellos comportamientos que representan manipulación.
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