Santa
Teresa
del
Niño Jesús
y
de la Santa Faz,
relató
como
cuando
era niña fue
curada de lo que hoy sería probablemente
diagnosticado
por
la medicina actual como
depresión y ataques de pánico.
Un
mal que actualmente sufren muchas personas y que en ella fue curado por la
Virgen
de la Sonrisa.
Santa
Teresita escribió lo siguiente:
Todas
mis penas se
fueron en ese momento, dos gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas
y cayeron por mi rostro, eran lágrimas de pura alegría.
¡Ah!
pensé, la Santísima Virgen me sonrió, estoy feliz…
Fuera
por causa de ella o
por sus intensas oraciones, lo
cierto es
que tuve la gracia de la sonrisa de la Reina de los Cielos”.
A esta imagen Santa Teresita del Niño Jesús la llamó “Virgen de la Sonrisa” y la advocación comenzó con sus familiares. Después, llevó la devoción al Carmelo de Lisieux. Finalmente, fue divulgada en todas las ordenes carmelitas y se propagó en el mundo. Muchas personas se han curado de la depresión y de otras enfermedades del alma, igual que Santa Teresita, a través de esta devoción.
A esta imagen Santa Teresita del Niño Jesús la llamó “Virgen de la Sonrisa” y la advocación comenzó con sus familiares. Después, llevó la devoción al Carmelo de Lisieux. Finalmente, fue divulgada en todas las ordenes carmelitas y se propagó en el mundo. Muchas personas se han curado de la depresión y de otras enfermedades del alma, igual que Santa Teresita, a través de esta devoción.
ORACIÓN
A NUESTRA SEÑORA DE LA SONRISA
Oh
María, Madre de Jesús y nuestra,
que con una clara sonrisa te
dignaste consolar
y curar a tu hija Santa Teresita del Niño
Jesús de la depresión,
devolviéndole la alegría de vivir
y
el sentido de su existencia en Cristo Resucitado.
Mira con
maternal afecto a tantos
hijos
e hijas que sufren con la depresión,
trastornos y síndromes
psiquiátricos y males psicosomáticos.
Que
Jesús Cristo cuide y de sentido a la vida de tantas personas,
cuya
existencia a veces está deteriorada.
María, que su hermosa
sonrisa no deje que
las dificultades de la vida oscurezcan
nuestra alma.
Sabemos
que sólo tu hijo Jesús puede satisfacer
los anhelos más
profundos de nuestro corazón.
María, mediante la luz que brota
de tu rostro,
transparenta la misericordia de Dios.
Que
tu mirada nos acaricie, y nos convenza de que
Dios nos ama y
nunca nos abandona,
y tu ternura renueve en nosotros la
autoestima,
la confianza en las propias capacidades,
el
interés por el futuro y el deseo de vivir feliz.
Que
los familiares de los que sufren con la depresión
Ayuden en el
proceso de curación, nunca considerándolos
farsantes que usan
la enfermedad con intereses de comodidad,
sino que los demás
los valores, escuchen, comprendan y animen.
Virgen
de la Sonrisa, alcánzanos de Jesús la verdadera curación
y
líbranos de alivios temporales e ilusorios.
Curados, nos
comprometemos a servir con alegría,
Disposición y entusiasmo a
Jesús como discípulos misioneros,
con nuestro testimonio de
vida renovada.
Amén.
(Rezar 2 Avemarías en honor de las dos lágrimas de alegría que rodaron por el rostro de Santa Teresita del Niño Jesús cuando fue tocada por la Sonrisa de Nuestra Señora).
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