Recientes estudios afirman que las
dimensiones de ciertas partes del cuerpo están
relacionadas con la salud. Las investigaciones de algunas de las más prestigiosas universidades del mundo aseguran que tener una nariz grande, unos ojos pequeños
o unos gluteos grandes pueden ser razones científicas suficientes para
estar más o menos sanos.
Una gran nariz respira mejor
Los portadores de grandes narices se resfrían menos. Esto se debe a que una nariz grande es una buena carrera natural superior para detener los agentes infecciosos que inhalamos; en concreto, científicos de la Universidad de Lowa en Estados Unidos, demostraron con ayuda de narices artificiales, que multiplicando por 2,3 el tamaño del órgano nasal se filtra un 6,5% más de gérmenes.
La Universidad de Concordia en Quebec (Canadá), comprobó
científicamente que una mayor exposición del feto a la testosterona durante la gestación, hace que el dedo índice crezca más lentamente
en relación a los otros cuatro dedos.
Eso explica el que el portador de un índice más corto que el anular sea más proclive a
adoptar conductas de riesgo. Además también se asocia con un
aumento de las destrezas en matemáticas especialmente en edad
escolar.
Las rodillas
Cuanto más corto y menos voluminoso sea
el ligamento cruzado anterior de la rodilla, más fácil es que un
atleta sufra lesiones en esta articulación. Así lo ha constatado científicamente la Universidad de Vermont en Estados Unidos usando
imágenes de resonancia magnéticas de deportistas.
Conocer este dato
es especialmente importante para tomar medidas preventivas en quienes
practican fútbol o rugby, que son las especialidades en las que con
más probabilidad tener este tipo de lesiones es mayor.
Estatura: ¿mejor bajos o altos?
Ser alto no siempre es una ventaja si hacemos
caso de un estudio de la Universidad de Hawaii que concluía, que los
bajitos viven más. La razón de esta afirmación se encuentra en una forma protectora del gen
de la longevidad Foxo3, más frecuente en los de pequeña estatura.
Sin embargo, la mayor altura ayuda a controlar la obesidad, ya que como han
demostrado en la Universidad de Queensland, en Australia; ser espigado
está relacionado con genes que reducen el índice de masa corporal.
Además, por cada 6,3 centímetros más de talla, el riesgo de sufrir
dolencias coronarias se reduce en un 13,5% según el new English
Journal of Medicine.
Los
ojos
Sin duda una persona de ojos grandes es muy atractiva
pero su salud ocular no siempre suele salir bien parada. Mientras que
un ojo normal tiene un diámetro de 22 a 24 milímetros, el miope puede ser hasta 5 milímetros mayor. El tamaño favorece el desarrollo
del trastorno.
Si la esfera ocular es enorme, la luz enfocada por el
sistema de lentes del ojo no llega a la pared del fondo la retina donde
se procesan las imágenes y hace que los objetos lejanos se vean
borrosos. La sensación de ojos grandes o pequeños también depende
de la estructura de la cuenca orbital donde se alojan los órganos de
la visión
El
peso al nacer
Una investigación
de la Universidad de Manchester en el Reino Unido, asegura que si un recién
nacido pesa más de 4,5 kg o menos de 2,5 kg tiene un riesgo en torno
al 60% mayor que el resto de sufrir autismo. Las investigaciones que
llegaron a esta conclusión tras estudiar a 600000 neonatos lo
achacan a que un crecimiento irregular muestra que algo ha ido mal en
el embarazo, posiblemente relacionado con el desarrollo de la placenta
y es probable que afecte a la formación del cerebro.
Los
pechos
Si hablamos de glándulas mamarias más no significa siempre mejor.
Unos pechos excesivamente generosos pueden causar en
las chicas serios problemas de espalda y mayores curvaturas de la
espina dorsal de lo que resulta saludable, en especial si la copa
está por encima de la talla D (entre 20 y 22 centímetros). Además,
los bustos grandes son un 24% menos sensibles que los pequeños,
según cálculos de la Universidad de Viena
No hay comentarios:
Publicar un comentario