Cada persona encuentra su paz antes de morir

A diferencia de la famosa canción de Edit Piaf donde reconocía que ella no se arrepentía de nada, lo cierto es, que muchas personas terminan su vida con un gran arrepentimiento. 
Así lo afirma Bronnie Ware, enfermera que trabajó durante muchos años en cuidados paliativos y que recopiló toda su experiencia con enfermos terminales durante sus últimas semanas de vida en un libro del cual extraemos los cinco principales arrepentimientos que tienen las personas días antes de morir:

"Mis pacientes eran los que habían ido a casa a morir. Algunos momentos increíblemente especiales fueron compartidos. Estuve con ellos durante las últimas tres a doce semanas de sus vidas.
La gente madura mucho cuando se enfrentan a su propia mortalidad. Aprendí a no subestimar nunca la capacidad de una persona para crecer. Algunos cambios fueron determinantes. Cada uno de ellos experimentó una variedad de emociones, como:negación, miedo, enojo, remordimiento, y finalmente la aceptación. Sin embargo, cada paciente encontró su paz antes de partir, cada uno de ellos"




Cuando se le preguntó acerca de los arrepentimientos que tenían o cualquier cosa que haría de manera diferente, los temas comunes surgieron una y otra vez . Éstos son los cinco más comunes:


Extremaución, Óleo de Poussin (1640)


1. OJALÁ HUBIERA TENIDO EL CORAJE DE VIVIR UNA VIDA FIEL A MÍ MISMO, NO LA VIDA QUE OTROS ESPERABAN DE MÍ
Este fue el lamento más común de todos. Cuando las personas se dan cuenta de que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás con claridad, es fácil ver cuántos sueños no se han cumplido. La mayoría de la gente no había cumplido aún la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era debido a las elecciones que habían hecho, o que no hicieron. Es muy importante tratar de honrar al menos algunos de sus sueños en el camino. Desde el momento en que se pierde la salud , ya es demasiado tarde. La salud conlleva una libertad de la que muy pocos son conscientes hasta que ya no la tienen.

2. OJALÁ NO HUBIERA TRABAJADO TAN DURO
Esto salió de cada paciente de sexo masculino que cuidé. Se perdieron la juventud de sus hijos y la compañía de su pareja. Las mujeres también hablaron de este pesar. Pero como la mayoría eran de una generación anterior, muchos de los pacientes de sexo femenino no había sido el sostén de su familia. Todos los hombres que cuidé lamentaron profundamente el haber gastado tanto sus vidas en un bucle sinfín de trabajo.
Hay que  simplificar nuestro estilo de vida y tomar decisiones conscientes en el camino. Es posible que no necesitemos tantos   ingresos en nuestra cuenta corriente. Crear más espacio en nuestra vida facilita la apertura a nuevas oportunidades que sin duda derivan en mayor felicidad. 

3. OJALÁ HUBIERA TENIDO EL CORAJE PARA EXPRESAR MIS SENTIMIENTOS.
Muchas personas suprimieron sus sentimientos con el fin de mantener la paz con los demás. Como resultado, se conformaron con una existencia mediocre y nunca llegaron a ser lo que eran realmente capaces de llegar a ser. Muchas enfermedades se desarrollan como un resultado relacionado con la amargura y el resentimiento que cargan.
Ser honestos con lo que somos y queremos ser, soltar aquellas relaciones tóxicas o poco saludables... No importa lo que piensen los demás... Es nuestra vida!!! 

4. ME HUBIERA GUSTADO HABER ESTADO EN CONTACTO CON MIS AMIGOS
A menudo no se dan cuenta realmente de los beneficios de los viejos amigos hasta después de semanas de convalecencia, y no siempre fue posible localizarlos. Muchos de ellos habían llegado a estar tan atrapados en sus propias vidas que habían dejado que amistades de oro se desvanecieran por el paso de los años. Pese a los lamentos profundos acerca de no dar a las amistades el tiempo y el esfuerzo que se merecían. Todo el mundo pierde a sus amigos cuando está muriendo.

Es común para cualquier persona con un estilo de vida ocupado, dejar que las amistades desaparezcan. Pero cuando alguien se enfrenta con su muerte de cerca, los detalles físicos de la vida desaparecen. La gente quiere tener sus asuntos financieros en orden si es posible. Pero sobre todo, quieren poner en orden sus emociones, el mundo de los afectos para consigo mismos y para el beneficio de aquellos a quienes aman. Por lo general, sin embargo, están demasiado enfermos y cansados para manejar esa tarea. Al final todo se reduce al amor y las relaciones. Eso es todo lo que queda en las últimas semanas, el amor y las relaciones.


5 . ME HUBIESE GUSTADO PERMITIRME A MÍ MISMO SER MÁS FELIZ
Sorprendentemente es de las frases más comunes. Muchos no se dieron cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección. Se habían quedado atrapados en patrones y hábitos antiguos. El llamado “confort” de la familiaridad desbordado en sus emociones, así como su vida física. El miedo al cambio les había hecho vivir fingiendo a los demás, vivir  un universo de contención y represión; cuando muy adentro, anhelaban reír de verdad.

Cuando se está en el lecho de muerte, lo que los demás piensan de nosotros está muy lejos de la mente... DESPIERTA!!!! Vuelve a sonreir, haz esa llamada a aquel amigo/a que hace tiempo que no ves, dí lo que sientes, sé fiel a tu verdadera esencia y aprovecha cada minuto de hoy!!!! ... todavía estás a tiempo..... tal vez mañana, ya sea tarde.




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