Nuestro cuerpo tiene un lenguaje
propio para comunicar con nosotros. Habla y se expresa a través de emociones o
de “gritos” de auxilio que suelen derivar en contracturas o dolores físicos. Si
hemos llegado a este punto es muy probable que la principal razón sea que no
hemos sabido parar a tiempo o, quizás más importante, que no hemos sabido
escuchar a nuestro cuerpo mientras nos hablaba.
La terapeuta y fundadora de la
Asociación Shankha Ayurveda; Deva
Paksha, experta en yoga y masaje ayurdévico profesional, formada en Brasil y en
India, entendió a través de su propia experiencia que el cuerpo se expresa a
través de las emociones y, desde entonces, empezó a observar el lenguaje del
cuerpo y a conectar con él a través de las manos. Con sus terapias trabaja el
fortalecimiento del sistema inmunológico y desintoxicación del organismo de sus pacientes.
En una fantástica entrevista
concedida al Periodista Albert Doménech, esto es lo que la experta nos dice
como profunda conocedora de las
emociones y de su directa influencia en
nuestro cuerpo:
• ¿Tan
alejados estamos de nuestro propio cuerpo?
-Sí, y cada vez lo estamos más por la
manera en que vivimos. Empezamos el día con prisas, vamos corriendo a todas
partes y no nos permitimos escucharnos.
- ¿Cómo nos habla el cuerpo?
- Se comunica de muchas maneras: a
través de nuestra postura, del equilibrio, de la aparición de enfermedades… Con
una simple contractura, muchas veces lo que te está diciendo es “¡mírame!”. El
problema es que nosotros no nos paramos a escucharle, sino que nos tomamos un
paliativo o una pastilla para quitar el dolor, sin observar lo que está pasando
o de qué manera puedo utilizar esa llamada para que el dolor no esté ahí todo
el tiempo. Si observas o escuchas una contractura, puedes tener una percepción
de lo que hay que hacer para que deje de estar allí.
. Parece
que la sociedad occidental está más preocupada en cuidar su imagen externa que
en atender las llamadas de auxilio internas…
-Es cierto que la sociedad occidental
es la que está más alejada de su cuerpo. En India, por ejemplo, ya se empieza a
trabajar la idea del masaje como un hábito desde pequeños. Si observas su
postura con el cuerpo, verás que utilizan mucho más las manos y los pies en
equilibrio, y también a la hora de trabajar. En Occidente, sólo nos acordamos
del cuerpo a un nivel estético.
• ¿A
dónde nos podría llevar esta buena comunicación con nuestro cuerpo?
-Hay muchas posibilidades, pero la
más básica es mantener un equilibrio y alejar de tu vida las enfermedades.
Después estarían la tranquilidad, la paz; podrás hacer lo mismo que estabas
haciendo hasta ahora pero con mucho más sosiego y sencillez. Cuando escuchamos
a nuestro cuerpo, el tiempo se alarga más y el estrés desaparece porque tomamos
más conciencia de todo.
• Entonces,
¿estamos hablando de una cuestión de conciencia corporal, o mental?
-Pienso que la clave es la escucha.
Si paras un minuto para respirar y cerrar los ojos verás como cambia la
conciencia corporal y mental. A través del cuerpo podemos cambiar nuestra
percepción de las cosas, eso seguro.
• Si,
a título individual, todos nos paráramos a hacer esa escucha que propone, ¿qué
consecuencias sociales habría?
-De entrada, más paz y tranquilidad.
No habría tanta impaciencia, el otro no me molestaría tanto, todo sería mucho
más sencillo.
. La
percepción es contradictoria, parece que cuanto más evolucionamos como seres
humanos menos percepción tenemos de lo que puede ser importante para nosotros
mismos…
-No debería suceder eso, pero pasa.
Lo que sí que observo es que, a diferencia de otras épocas, ahora todo sucede
muy rápido. La evolución existe y es necesaria, desde luego, pero deberíamos
mantener el contacto con uno mismo y poder compartir esa evolución con la
tranquilidad. En el fondo, es una decisión. Puedo trabajar 12 horas ante un
ordenador, pero antes decido estirar mi cuerpo, comer sanamente, trabajar en un
espacio tranquilo, parar para descansar, etc. Se trata de decidir mantener una
calidad de vida dentro de tu propia intensidad.
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• Es
una lección de vida que no nos enseñan en la escuela. Todavía priman más los
números y las letras…
-Todavía no, pero espero, y lo digo
como madre, que aunque el mundo sea tan contradictorio, algún día nos demos
cuenta de que podemos cambiar eso y seguir evolucionando, y que los niños
puedan aprender cuanto antes que es importante mantener esta calidad humana, y
entiendan que deben pararse de vez en cuando a escuchar sus cuerpos.
• ¿Estamos
hablando de un cambio a título individual, o cree que la educación tiene muchas
cosas que decir en este sentido?
-Creo que la educación es la base de
todo. Yo puedo tomar una decisión porque lo he pasado mal, o me ha ido mal en
el trabajo, o mi pareja me ha dejado, y pedir ayuda externa. Pero si de chico
yo aprendo que puedo parar, respirar distinto, escucharme, estirar mi cuerpo,
todo será mucho más fácil. Cuando la gente empieza a cuidar y escuchar a su
cuerpo, siempre les comento que son unos privilegiados porque hay gente que se
va de esta vida sin haberse escuchado nunca. La educación es la base porque
este es un derecho de todos, y si lo impartieran en las escuelas todo sería muy
distinto.
• ¿La
prevención es clave para, a la larga, alejarse de la química?
-Este trabajo está fundamentado en la
medicina ayurvédica, que es una medicina milenaria de la India que se sustenta
en tres pilares muy importantes: el primero es la prevención, el segundo es
fomentar la salud, y el tercero es tratar los desequilibrios. La prevención
sería la clave. A través de la educación se podría tomar conciencia de la
importancia de una buena prevención, pero desgraciadamente está todo montado de
manera que esta prevención no existe. Hacer estiramientos básicos por la mañana
antes de empezar el día ya es una manera de prevenir. En Occidente, sólo
buscamos los masajes cuando tenemos dolor, cuando ya no deberíamos haber
llegado a este estado. Es importante que, aunque no tengas dolor, te hagas un
masaje una vez al mes. Es importante que uno pueda parar una hora o 90 minutos
para que alguien le haga un masaje y elimine toda la tensión.
• ¿Cuando
tenemos dolor es que hemos fracasado con el mantenimiento de nuestro cuerpo?
-A mí no me gusta utilizar la palabra
fracaso. Cuando sentimos dolor es porque el cuerpo está siendo muy generoso con
nosotros y nos está recordando que no lo estamos escuchando bien. Es un grito
de auxilio ante el que tenemos dos posibles soluciones: o tomar una pastilla
para el dolor, o escucharlo y buscar ayuda de gente que nos pueda asesorar.
Lógicamente, hay patologías que están ya avanzadas y tienen que ser tratadas
por un médico, pero el trabajo que podemos hacer nosotros es el de investigar
qué es lo que nos ha generado esta enfermedad o dolor. Nos podemos preguntar
“¿cuál es la emoción que no he expresado?”.
. ¿Es
posible una vida sin química?
-Es muy complejo porque estamos en un
punto bastante complicado. Es posible, sí. Siempre digo que si la medicina
ayurvédica no hubiera tenido una etapa en la que cayó en el olvido, ahora
tendríamos una vida de mucha más calidad. Cada vez nos preocupamos menos por lo
que comemos, por ejemplo. ¿Nos paramos a pensar si hay algo que no contenga
tantos tóxicos? Volvemos a lo de antes, es una cuestión de que nos eduquen para
ello y poder recuperar el equilibrio.
• Usted
se formó en Brasil y en la India. ¿Tuvo que derrumbar muchas barreras en
nuestro país?
-Siempre digo que soy una ciudadana
del mundo e intento no hacer comparaciones entre culturas. Cuando te sientes
así, no hay nada que sea novedoso para ti. De lo que sí me he dado cuenta es de
que la terapia corporal no estaba asociada al masaje. El masaje estaba asociado
a las contracturas, por ejemplo. La gente empezó a darse cuenta de que detrás
del masaje había una terapia mucho más profunda. Tampoco he tenido mucha
dificultad más allá de esto que te explico, creo que la gente tiene muchas
ganas de ampliar sus conocimientos y de experimentar. Jamás he tenido que
luchar para que me escucharan.
. ¿Cuál
es el problema más común de las personas que acuden a usted?
-Las contracturas: cuello, lumbares,
escápulas… Si tienes una hernia en el cuello no podré revertirla, pero sí que
puedo ayudarte a que tomes más conciencia de tu cuerpo para que ganes en
calidad de vida y entiendas qué es lo que te ha llevado a tener esta
contractura.
• ¿Qué
nos está diciendo el cuerpo cuando se contractura?
-Es una negación de escucharte a ti
mismo. Es cierto que hay gente que, por el tipo de trabajo que hace, es más
propicia a tener este tipo de contracturas. Pero hay mucha gente que pasa la
misma cantidad de horas ante el ordenador y no tiene esa zona contracturada.
Cada cuerpo se expresa de manera distinta.
• ¿Nos puede poner algún ejemplo?
- Hay personas que acuden a mí con el
mismo síntoma: el trapecio está muy cargado o el cuello está muy rígido.
Normalmente son personas que tienen una dificultad en mirar las cosas desde
diferentes puntos de vista, en delegar las cosas. También puede ser que esta
persona tenga dificultad de expresar lo que realmente siente.
Totalmente de acuerdo con Deva. Nos deberían enseñar, desde niños, a escuchar y respetar a nuestro cuerpo.
ResponderEliminarSoy masajista Thai y me llegan personas cuando ya están completamente contracturados.
Una buena prevención y más respeto a nuestro cuerpo nos hace más felices.
Gracias por el artículo.
Un saludo y un fuerte abrazo de luz.
Feliz Vida
Gracias Josune, por tu comentario y por aportar a través de tu conocimiento profesional, un punto de vista objetivo desde la experiencia. Un saludo desde el cariño.... Felíz Camino ;)
EliminarBello mensaje. Deseo que La claridad de su mente ayude a encontrar el camino para conectarse con su cuerpo. Yo comencé hace poco con yoga y descubrí lo lindo que es encontrarse con uno mismo.Gracias por su guía La saludo desde La misma luz que me ha emanado.
ResponderEliminarMuchas gracias Susana por tu comentario...Gracias por compartir camino con nosotros.... Un abrazo de Luz
EliminarMuy cierto el cuerpo llega un momento que da sus motivos.
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